Existe en la cultura general la idea de que
las niñas sienten un gran apego a su padre. Al ser su referente masculino, lo
ve como su héroe.
Todo ello va a depender del trato que
tengan ambos. Si apenas tiene relación lo verá con “otros ojos”, tendrá el
título de “papá” pero nada más allá.
En el día a día es donde se crean los
vínculos más o menos fuertes, afectivos que forjan la relación entre ambos.
Existe un vínculo afectivo diferente al
de la madre, tal vez, por el respeto que se le tiene a un padre, por el estatus
familiar.
Dependiendo de cómo sea el núcleo
familiar puede llegar el caso de que el padre tenga un comportamiento distinto
al de la madre, según los roles que ambos hayan optado: el papá juguetón y la
mamá la que la cuida; el papá le ríe las gracias y la mamá le riñe… o al
contrario.
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