HÁBITOS RELACIONADOS CON ALIMENTACIÓN
Para establecer buenos hábitos a la hora de comer, debemos seguir unas pautas que repetimos cada día:
Horario
Debemos establecer un horario fijo para todas las comidas.
Este horario tiene que adaptarse a la edad del niño y a sus necesidades
fisiológicas.
Duración
El tiempo dedicado a comer no se puede minimizar ni eternizar
El término medio debería estar entre media hora y una hora. Durante este
tiempo, el niño tiene que estar sentado en la trona o en la silla. Podemos
aprovechar para enseñarle a masticar correctamente y de forma pausada cada
alimento.
Ambiente
Siempre debemos dar de comer al niño en el mismo lugar, el
más aconsejable es el comedor. Ha de ser un lugar tranquilo, para que el niño
esté relajado. Conviene evitar la presencia de la televisión, juguetes, cuentos
que puedan distraerlo.
Utensilios
A partir del momento en el que el niño empieza a comer en la
trona, podemos proporcionarle los utensilios básicos para hacerlo: vaso, plato,
cuchara...Es importante que siempre sean los mismos. Siempre es preferible que
sean de plástico, que no se rompan con facilidad, y de colores o con dibujos.
Persona responsable
de la alimentación
Es recomendable que la persona que dé de comer al niño sea
siempre la misma. La actitud del cuidador ha de ser afectuosa y tranquila.
Al principio, el niño comerá con los dedos: a partir de los 2
años, utilizará la cuchara y cogerá la taza con la mano de forma más o menos
correcta, pero habrá pequeños accidentes: la comida se caerá al suelo, el agua
se derramará por la mesa. Hay que tener paciencia y dejar que el niño prosiga
con su aprendizaje. Con el paso del tiempo mejorará su habilidad. Es muy
importante potenciar las actitudes positivas del niño en la mesa y modificar
las erróneas utilizando frases que lo animen.
Método
Durante el proceso de ingestión de los alimentos, hay que
cumplir unas mínimas reglas básicas. Las podemos clasificar en tres grupos,
según el momento:
* Inicial:
En la alimentación de los niños pequeños: el educador se lava
las manos, pone el babero al niño y lo sienta en la trona. Con el tiempo, el
niño relacionará el babero con la comida y es probable que cuando lo vea se
dirija gateando hacia la trona.
Los niños mayores: deben lavarse las manos bajo la
supervisión del educador, ponerse el babero o la bata, colaborar en la
colocación de los platos, vasos y cubiertos en la mesa y sentarse en la silla.
* Mantenimiento:
Es preferible poner poca cantidad de comida en el plato y que
el niño se la coma toda. Si tiene más hambre, siempre podrá repetir. Si el niño no tiene hambre, hay que insistir para
que tome una mínima cantidad pero no es
recomendable exigir que se acabe todo el contenido del plato.
La alimentación ha de ser variada pero los nuevos alimentos
se deben introducir de uno en uno. El niño no decide qué come: si no le gusta
un alimento, le ponemos menos cantidad. Podemos potenciar la ingesta de este
alimento con palabras de ánimo, contando un fragmento de un cuento con cada
cucharada que se introduzca en la boca..
* Finalización:
Al acabar de comer, hay que recoger la mesa. Los niños
mayores puedan colaborar. Por último, se deben lavar las manos y la boca del
niño.
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